03 Mar
03Mar

En la brecha...


Con dolor en mi pecho y angustia en mi corazón. Se aprobó la Ley que da paso a la ya consignada "Reforma Educativa". No he leído aún el texto final y me gustaría analizar los pormenores de la medida que ya ha sufrido 400 enmiendas. ¡Coño! Eso sí es reformar una ley. Lo que significa que del mamotreto original que envío el Señor Gobernador para su aprobación, queda el título y sabrá que pajitas más. Estoy leyendo varios estatus por ahí de que tenían que tirarse a la calle los 35,000 maestros... Que un día no era suficiente (de acuerdo con eso)...Que hay que romper cristales (no somos vándalos, pero la frustración en ocasiones nos pone violentos). Este será el tema de muchos días...o el tema parecido al de la paz en Pakistán. Desde que nací siempre se habla de las guerras, conflictos y otras acciones bélicas en el otro lado del continente. Yo, al igual que muchos, no estoy de acuerdo con la Reforma Educativa. Lo que se aprobó es una Reforma Administrativa. Y que un proyecto de ley tenga 400 enmiendas resulta altamente sospechoso y dudoso. Me imagino que fueron enmiendas de las enmiendas de las enmiendas de las enmiendas. ¡Si no saben hacer proyectos de ley que me digan y les explico como si fuera un PBL! Y por cierto, como dijo una vez el Ex Presidente Ronald Reagan: "Lean mis labios...odio el PBL junto con los 1,000 embelecos". En estos días cuando tenga el texto final de la Reforma Educativa P. del S. 825 del 19 de marzo de 2018 y lo lea despacito podré ver mejor a qué realmente nos estamos enfrentando. Tampoco debemos esperar al 2020 porque les tengo que decir que la gran mayoría no vota bien y bota su voto por batatas políticas que los duermen con cosas que usted y yo sabemos no son reales ni posibles. Debemos unirnos como gremio en una sola voz. Es frustrante ver a los líderes sindicales decir que están haciendo algo, pero no se ve nada. Como diría William Shakespeare: "Mucho ruido y pocas nueces". Empecemos por exigir una representación realmente efectiva. Si vuelvo a ver a Aida Díaz montada con la Secretaria de Educación en un helicóptero viendo cómo está destruido el país, voy a practicar el juego de "Call of Duty". Dejen los shows mediáticos y pónganse a trabajar. Digo, tampoco es que se agarren a pescozas. Segundo, como dije vamos a analizar la ley en todos sus méritos. Sólo así sin caer en crisis o ignorancia podemos hacer una lucha exitosa. Tercero, no sea tan fanático. Si su representante o senador le falló, como siempre suelen hacer, no se engañe y esta vez demuestre sentido común y haga valer su voto. Los políticos representan al pueblo. Eso me recuerda que el sentido común no es tan común como parece. ¡Me niego a ser representada por acémilos con corbatas o cacos en el caucus! Ellos están arriba porque nosotros los pusimos ahí. Así que si los de abajo se mueven, los de arriba se caen. Cuarto, no pierda su integridad ni su esencia. Somos MAESTROS y transformamos vidas. Recordemos que sólo nosotros podemos poner en alto nuestra profesión. ¿O creen que lo hará Saudy, Sagardía, Jay Fonseca, Rubén Sánchez, el Gobernador o la misma Secretaria de Educación? ¡No! Ellos ven todo en números, dólares y centavos. No han sido ni son maestros. ¡Pero nosotros sí!
Todo esto me recuerda a José de Diego y su magistral soneto: "En la brecha". Las primeras líneas nos invita a revedecer demostrando persistencia y actitud fuerte a quienes se oponen a nuestro crecimiento y florecimiento. En las siguientes estrofas nos invita a que luchemos con persistencia hasta vencer los obstáculos o vicisitudes. Al final nos pide que luchemos, gritemos, embestamos (hacer frente) Si no nos dejamos oír y sentir seremos derrotados. Hay que seguir hasta el final. Estamos en la brecha, como el título de este poema. Una brecha es una abertura o rotura irregular en una superficie, especialmente la que un ejército hace en las defensas enemigas. Nosotros estamos en esa "brecha" para luchar JUNTOS contra los enemigos de la educación.

En la brecha... José D. Diego (fragmento final):

De la tormenta al iracundo empuje,
no has de balar, como el cordero triste,
sino rugir, como la fiera ruge.

¡Levántate!, ¡revuélvete!, ¡resiste!
Haz como el toro acorralado: ¡muge!
O como el toro que no muge: ¡embiste!

¡Ánimo! Yo los apoyo.

Por Linette D. Anadón Vázquez


Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO