LA TORTUGA EN EL POSTE
Un joven está paseando por la plaza de un pueblo y decide tomar un descanso.
Se sienta en un banco... al lado hay un señor de más edad y, naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre los políticos y sus amigos que reciben beneficios y ocupan posiciones de poder.
El señor le dice al joven:- ¿Sabe? los legisladores y demás, son como una tortuga en un poste.
Después de un breve lapso, el joven responde:- No comprendo bien la analogía... ¿Qué significa eso, señor?
Entonces, el señor le explica:- Si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio.- ¿Qué se te ocurre?
Viendo la cara de incomprensión del joven, continúa con su explicación:
- Primero: No entenderás cómo llegó ahí.
- Segundo: No podrás creer que esté ahí.
- Tercero: Sabrás que no pudo haber subido solita ahí.
- Cuarto: Estarás seguro que no debería estar ahí.
- Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras esté ahí.
-"Entonces lo único sensato sería ayudarla a bajar."
Moraleja de esta analogía: Al final nos reímos, pero me parece una forma muy sensata de explicar, que nosotros somos los responsables de bajar a esas “tortugas de los postes”...
Sinceramente es una simple, pero excelente analogía. Si todos la entendiéramos no habría tanta figuras políticas o autoridades gubernamentales corruptas, mediocres e ineptas. ¿O me van a negar que nunca se han encontrado con un director(a) de una agencia de gobierno, de una escuela o de un departamento gubernamental que le haga preguntar: ¿Ese animal es mi jefe? ¿Cómo carajos está ahí? O lo peor, ¿Cómo rayos lleva tantos años ahí y no han hecho nada para sacarlo o destituirlo? Seguramente está ahí porque tiene una pala o un “digger” político y se cree que es “dios que camina por encima de las nubes” Es más, ni camina; sólo se desplaza.
No permitan en su trabajo o escuela abusos de poder ni tiranía. Hagan valer sus derechos y deje el miedo en la gaveta. Si usted está bien, no deje que lo pisoteen y agote todos los recursos para defenderse. ¡No se deje, Piñata! (Escribí “Piñata”, a pesar de que quiero escribir otra cosa). En las próximas elecciones, hagámoslo bien y tratemos de que ningún animal suba al poste y por ende, tampoco otros animales ocupen puestos para los que no tienen los requisitos. Así evitaremos más tortugas en los postes.
Importante aclaración: La reflexión o el análisis es mío y fue luego de tomar un café con un excelente maestro en donde surgió este tema. La analogía "La tortuga en el poste", no es de mi autoría. Pero a quien se le ocurrió hay que darle 10 chocolates y una estrellita dorada.
Linette D. Anadón Vázquez
(Las fotos o ilustraciones fueron tomadas del internet y pueden tener derecho de autor)