30 Mar
30Mar

¡Bravos y valientes!


No sé por qué acabo de pensar en Mel Gibson y en su película “Corazón valiente” (Braveheart). Pensé en la cara mitad pintada de azul y en la faldita con cuadros. (Se veía tan guapo y sexy haciendo ese personaje de William Wallace…¡Concentración, por favor. Enfócate!) ¡Ah, ya sé por qué me dio con pensar en esa película! Recibí una notificación de la página del DE que decía: “Emotivo mensaje de la Secretaria del Departamento de Educación, Julia Keleher, durante la firma de la ley de transformación del sistema educativo.” Un emotivo discurso con voz entrecortada dio hoy la jefa de todos los que trabajamos en el DE. Estuve a punto de enviarle por Twitter una foto de una caja de kleneex. Pero me aguanté. Y no es en tono de burla. Es que me pareció tan falso el discurso sobre lo feliz que estaba de que se hubiera firmado la “Reforma Administrativa”…¡Oopss! Educativa. Es que como empezó hablando de transparencia de fondos pensé que era el mensaje de presentación de “Informe financiero o algo así”. Luego de estar feliz por eso (por el manejo de dinero), luego…o sea, no primero, entonces “literal” puso a los estudiantes primero antes que nada. (Si es nada es nada…”antes que todo” es lo correcto… Tenemos la “mala costrumbre de decir mal la frase: “Antes que todo”…Tengo el “Spanish teacher mode en “hibernation”). Así, “literal” estaban los estudiantes primero al lado del gobernador cuando firmó la ley y luego sentados con sus uniformes coloridos y de diversas escuelas escuchando el tan aprendido discurso de que se van a proveer mejores oportunidades y ahora además del hastag#todporlosniños tenemos este bien “motivador”: #NuevaEducación.
Aclaro que soy de las que piensan que sí hay que mejorar el sistema educativo. PERO, no creo en los estilos de administración atropellantes y menos creo en la burocracia partidista. No creo en los embelecos ni en la desorganización.
(Aquí empieza a escucharse violines de manera incidental) Entonces agradeció a los que se “pararon” al lado de ella y que permanecieron a su lado sabiendo que no sería fácil en momentos de dudas. Los llamó “brave”, que ella tradujo como “bravos” y alguien le mencionó “valientes”. De verdad yo entendí el contexto de la palabra. Nunca escucharán ni leerán de mi parte una burla sobre el acento o la “limitación” de la Secretaria. Y escribo “limitación” (entre comillas) porque en 4 ocasiones que he tenido audiencia con ella ha hablado el español más articulado que yo que hablo tan rápido y enredado. Seguimos con el tema…Termina diciendo que hay que hacer lo que todo el mundo sabe hacer…pero que lo difícil es hacerlo. ¿Son valientes o bravos los que están al lado de ella apoyándola o son “sellos de goma”? ¿Hacen ellos lo que saben que tienen que hacer? La ley como quiera la iban a firmar, porque nos guste o no, hay que aceptar que la lucha en el magisterio no ha sido lo suficientemente unida como para hacer temblar a los que juegan con las sensibilidades. En eso, no muchos ( y tristemente me incluyo) no hemos sido bravos o valientes.
Pero, Dra. Julia Keleher, con mucho respeto pero al magisterio le voy a decir lo que es ser bravo y valiente de verdad. En mi barrio se le decía a eso tener los “cojones” o las “canicas” bien puestos…y en el caso de las mujeres, pues…la…la..la verdad es que no lo puedo escribir. De otra manera, ¡Hay que tener ovarios! Ya me entendieron.
Para empezar, el problema no es que no se sepa lo que hay que hacer. ¿Cómo carajos sabe uno lo que hay que hacer cuando ustedes mismos, bien cómodos en sus oficinas, están redactando comunicados con enmiendas, de las enmiendas, de las enmiendas? Hoy dicen una cosa…a las 3 horas la enmiendan…al otro día lo cambian…y después lo eliminan. ¡Claro, eso después que han traído “especialistas” que cobran una “maleta” de chavos por decirle a uno que el PBL es una estrategia muy buena y lo ponen a pintar con crayolas y rotuladores baratos. ¡Ahh, pero no funcionó y la culpa fue de los maestros y directores que no siguieron instrucciones. Pero de tantas instrucciones, ¿cuáles se siguen?
Seguimos, al fin se determinó una instrucción (¡Alabado sea el Señor que por fin se pusieron de acuerdo!). Ahora no es el problema que no se sepa qué hacer. El problema es que no se tiene las más mínima idea de cómo se va a hacer. Me refiero a los recursos económicos y las otras logísticas. Por ejemplo, gastan miles para un “webinar” y yo creo que la gallina ni se enteró de que había que cacarear. (Eso de “webinar” suena a eso mismo). O sea, en una reunión los más de 30,000 maestros se tienen que conectar a una red floja que ni siquiera “arrancó”. Muchas escuelas no tenían internet antes del huracán María y ahora menos. Se queja la Secretaria que los informes no llegan, que no hay comunicación, etc. Pero ¿cómo rayos en una escuela que es por allá en donde el diablo puso un huevo y se le olvidó empollarlo, que no hay luz, ni señal ni internet pueden los informes salir antes de las 9:00 am. ¡Yo sé lo que hay que hacer! Lo difícil es hacerlo a la velocidad y de la manera que se pide...o si la realidad lo permite. Estamos haciendo de "tripas, corazones" en escuelas como la mía sin luz, sin internet y sin otras cosas. Se puede educar y trabajar, claro. Pero no como usted quiere, Secretaria. Y pueden venir 100 reformas educativas, pero la realidad social e histórica es que nos destruyó un huracán y nos estamos "levantando". Además, hay dinero, lo que no hay es transparencia ni uso adecuado porque por ejemplo, es cierto que lo de "Desarrollando carácter" era con fondos diferentes. ¿Pero cómo se trajo a esa empresa? ¿Dónde se vio transparencia y ética con este proyecto? Irónicamente, lo menos que hubo fue ética. Por eso no creo en hacer más leyes. Creo en hacerlas cumplir de manera justa y real. Con la Ley 85 seguirán los recursos, pero no engañe a esos niños diciendo que ahora tendrán mas recursos, oportunidades y lo que sea. Mientras eso se quede en los bolsillos de ustedes y no se use cómo siempre ha tenido que ser, lo que habrá en una Reforma Administrativa #todoporloschavos. Los maestros saben lo que tienen que hacer. Vamos a ver; la ilustro. Los maestros suben asistencia al SIE, pero primero la tienen que tener en un “registro”. Duplicidad, ¿verdad? El problema es que lo hacen hasta de su celular con su internet porque no hay ni equipos ni internet en muchas escuelas. Los maestros, suben notas también. Pero primero, construyen el instrumento de evaluación. Muchas veces pagan por duplicar esos materiales y es dinero sale de sus bolsillos. Lo corrigen, lo tabulan y lo suben. Los maestros planifican con un modelo de plan en el que tienen que trabajar unos indicadores que parecen más unas coordenadas para un GPS, redactar otro plan semanal, un plan para PBL, entre otros planes. Los maestros tienen que desarrollar sus clases con estrategias y técnicas. Los vemos haciendo decoraciones y juegos para los más pequeños. Preparan el material a usar para sus clases y muchas veces sale de su bolsillo esos gastos. Tienen que atender padres, ir a COMPU, reunirse con el director, con la TS, con la consejera. Y…lo mejor. Los maestros quieren enseñar y educar.
Yo no voy a entrar en si dijo o no bien la traducción de la palabra “brave”. Para mí es lo mismo ser “bravo o valiente” en este sistema, porque “bravo y valiente” son sinónimos y significan tener valor ante una situación arriesgada o difícil. Los maestros son bravos de verdad porque hacen lo que muchos critican desde afuera, pero nadie se atreve a hacer. ¡No es fácil educar y enseñar a quien no quiere aprender! Enfrentar a padres que no quieren involucrarse en la educación y vienen “guapitos” a decirle dos o tres cosas a la maestra “que la tiene con mi nena y me la regañó”. Y peor cuando vienen con esos dubbies. Siempre he dicho que esos pinches son armas blancas y no lo permitía en mi escuela. Los maestros son valientes porque tienen que aguantar pedanterías de algunos directores que se creen dioses que caminan entre nubes y no hacen nada más que delegar a otros su trabajo, gritar, ofender y estar todo el día en su oficina dándole guaretas a la silla ejecutiva. Los maestros son bravos de verdad porque tienen que aguantar malascrianzas de algunos estudiantes que vienen a pasarla bien sin hacer nada. Que no respetan la propiedad ni el trabajo del maestro y mucho menos respetan al maestro. Los maestros son valientes porque ser valiente es una elección consciente, de poner a prueba nuestras capacidades, nuestros límites y bloqueos. Y bloqueos es lo que más se encuentra un maestro.
Muchos critican a los maestros, pero esos que critican no son tan “bravos o valientes”. Aquí aplica la frase que dice: ´”De la boca pa’ fuera es un mamey”. Entonces, si para esas personas es tan fácil ser maestro, ¿Por qué no se convierten en maestros? ¿Saben por qué no son maestros? ¡Porque no son ni bravos ni valientes! Hay que ser bravos y valientes cuando la sociedad en su mayoría tiene al magisterio por el suelo. Se critica sin saber el horario de trabajo de un maestro sin saber que luego de su trabajo, su casa parece otro salón porque sigue en las tardes planificando, corrigiendo, preparando clases. Y mientras otros tienen secretarías que hagan eso, el maestro es quien lo hace todo. Y llega el fin de semana y no descansa. Gastó dinero en copias y materiales...trabajó el fin de semana (trabajo de la escuela y trabajo del hogar) sin ni siquiera dar un paseo familiar y llega el lunes a la lucha por hacer su trabajo que es educar.
Me molesta que se diga que casi llora porque le "importan los niños o la educación". ¿Cómo le creo a una persona que desde que entró todo lo ve en billetes verdes, en monedas y centavos ? Hay que dejar a un lado el ego inflado de que "voy a liderar una agencia con una nueva ley y habrá más dinero"...y lo peor (repito), lo dice emocionada con voz entrecortada. Supongo que la emoción es porque habrá más dinero. Por cierto, a que Saudy no le dice "changuita" por eso. Usted no ha mostrado corazón a la hora de cerrar escuelas, de mover maestros a estas alturas o de ver niños llorando porque pierden su apego con un maestro sólo porque no hay dinero para contratar, pero sí para usted. Supongo que si le quitan o bajan el sueldo llorará incansablemente. Secretaria, ante toda insensibilidad, maltrato, abuso, falta de reconocimiento, injusticia laboral y otras pésimas condiciones los maestros de mi país son ¡BRAVOS Y VALIENTES!
Ahora que soy directora y conozco lo que pasan los maestros (porque lo fui y sé bien lo que se pasa) y lo sigo viendo, puedo decir que me “Quito el sombrero “ ante ese grupo de profesionales que dan día a día lo mejor de sí por la educación de su país. Luchando por enseñar y educar a pesar de los obstaçúlos y lo desmoralizante que es trabajar para una agencia que no reconoce eso. Me quito el sombrero por estos profesionales que cobran un sueldo muy por debajo de su preparación y de sus tareas y luchan por mantenerse en su trabajo y no claudicar. Como me dijo una vez alguien que sólo trabajo un mes en un salón de clases: ¡No vuelvo jamás ni aunque me paguen una fortuna! ¡Hay que estar loco para ser maestro! Yo lo diría mejor: “Para ser maestro hay que ser bravo y valiente”. A lo Mel Gibson, hay que tener un “Corazón valiente”.


Por: Linette D. Anadón V;ázquez

 

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